Wednesday, September 25, 2013

Rebelde y Revolucionario

De acuerdo con el esquema planteado por Brinton en el cual plantea cinco fases que sufren las revoluciones, se pueden encontrar muchas similitudes con la situación actual del campesinado colombiano, si bien muchos consideran que Colombia lleva unos 60 años aproximados de conflicto, considero que llevamos unos 500 ya que desde la invasión española no hemos visto ni un dia de paz en nuestro territorio, pero para comparar nuestro conflicto con el esquema de Brinton compararé el conflicto contemporáneo que se viene gestando desde el final de la década de los 40 con el estallido del Bogotazo el 9 de abril de 1948 con la muerte del caudillo popular Jorge Eliecer Gaitan.







El Bogotazo se puede entender como una revolución social atípica al esquema de Brinton ya que no sigue la secuencia propuesta, ya que el pueblo inconforme por la muerte del caudillo exigió por medio de acciones revolucionarias cambios profundos en la sociedad de la época que los que las clases dominantes proponían, los actores principales de esta revolución son claramente las clases populares que conformaron las primeras guerrillas liberales que con el pasar de las décadas gestaría la aparición de las FARC-EP.


Guerrillas liberales

A la par de la aparición de las guerrillas liberales compuestas por campesinos inconformes con los sucesos del 48 surgen grupos de bandoleros algunos de ellos creados por terratenientes y oligarcas que se pueden comparar con el grupo de los Zelotas de la revolución judía en Roma ya que eran simples subalternos, todo esto desencadeno en la guerra bipartidista que desangró de forma inimaginable el campo colombiano, esta parte de nuestra historia se entiende como el estadio de régimen del terror propuesto en el esquema de Brinton, ya que al igual que el accionar de los Zelotas estos grupos legitimaban el linaje oligarca que ha gobernado a Colombia desde hace varias décadas, al igual que los Zelotas estos grupos de bandidos y también las guerrillas liberales organizaron y perpetuaron innumerables masacres y matanzas con el fin de realizar una revolución social en nuestro país.



Desde esta época la revolución social que estaba naciendo indudablemente se convirtió en una dictadura así como sucede en el esquema de Brinton, salvo que en Colombia se vive una especia de dictadura disfrazada de democracia, ya que durante los últimos 60 años el poder ha estado en las manos de las mismas familias de la oligarquía colombiana, como resultado se vio el nacimiento de la guerrilla de las FARC-EP con el propósito de combatir la naciente dictadura disfrazada de democracia. Es evidente en este punto de la historia que los campesinos en este punto pasan de ser subalternos a sujetos políticos comprometidos con la creación de una revolución política de carácter social diferente de lo que se había creado después del Bogotazo.

Conforme pasaban las décadas y el conflicto continuaba con extrema violencia por ambas partes los ideales de estos grupos rebeldes se vieron afectados por el auge del narcotráfico desviándolos de su ideal revolucionario, convirtiéndose de nuevo en bandoleros al servicio de intereses económicos disfrazados de actitudes mesiánicas. En la década de los 80 se vive la etapa más violenta del conflicto colombiano con el auge de un nuevo grupo de bandidos subalternos al servicio de la oligarquía, los paramilitares.

A pesar del nacimiento del paramilitarismo y las acciones de los grupos subversivos se empieza a ver el intento de organización por parte de campesinos y grupos sociales con el fin de lograr una revolución económica, política y social, con un resultado nefasto ya que las élites dominantes no estaban y no están dispuestas a perder los privilegios y riquezas que han conseguido a través de décadas bañadas en sangre y lagrimas del pueblo colombiano.




Actualmente se ven nuevos intentos para organizar un movimiento campesino que responda a las necesidades de el sector agrícola colombiano, esto se puede ver en la creación de organizaciones como el movimiento Marcha Patriótica aunque no podemos desconocer que tras estos grupos siempre hay personas que buscan intereses personales, con este pequeño contraste de lo que ha sido el conflicto para el campesinado colombiano se puede concluir que a diferencia de los campesinos del siglo I los campesinos de nuestra época son personas activas políticamente con planteamientos bien establecidos a diferencia de sus predecesores del siglo I que no eran más que subalternos de uno u otro bando.




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